Hoy, 25 de noviembre, es el Día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres. Con motivo de esta fecha, desde la Comisión de Igualdad de Grup ATRA hemos diseñado la campaña de sensibilización “Hagamos visibles las violencias invisibles”. Una iniciativa que quiere poner el foco y visibilizar todas aquellas violencias que a menudo pasan desapercibidas. Abusos de poder socialmente normalizados (tanto por quienes los ejercen como por quiénes los reciben) que se ejercen sobre las mujeres y que tienen un impacto en su autoestima y su equilibrio psíquico.
Como cada año, con motivo de esta fecha, la Generalitat de Catalunya, las Diputacions de Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona, el Ajuntament de Barcelona, la Federació de Municipis de Catalunya, la Associació Catalana de Municipis y la Delegación del Gobierno en Catalunya, consensúan un manifiesto –al cual nos sumamos− para conmemorar y visibilizar esta jornada y todo lo que representa. Tal y como indica este manifiesto: “hay que fortalecer la estrategia y el compromiso común para erradicar todas las formas de violencia machista. Las que se producen en el ámbito de la pareja y expareja o en el ámbito familiar, y que durante muchos años se han considerado un problema privado, pero también aquellas que se producen en el ámbito laboral o social y comunitario, y que han estado tradicionalmente menos visibilizadas”.
En este sentido, desde la Comisión de Igualdad de Grup ATRA se ha trabajado en el desarrollo de un Protocolo de actuación para la prevención del acoso en el puesto de trabajo y de un reciente estrenado Protocolo de detección y actuación en situaciones de violencias machistas producidas dentro y fuera del trabajo. Ambos con el objetivo de velar por un entorno a trabajo justo, seguro y respetuoso para todas las personas.
Por otro lado, UNAD, la Red de Atención a las Adicciones –de la cual nuestras entidades ATRA y ATART forman parte−, aprovecha esta fecha para denunciar que las circunstancias excepcionales de esta crisis provocada por la Covid hayan incrementado las violencias hacia las mujeres con problemas de adicciones y la red demanda una mayor atención y más recursos para abordar las desigualdades de género.
Los datos nos indican que el confinamiento y la compleja situación que todavía estamos viviendo han puesto en evidencia que quién ejerce el control sobre las mujeres lo ha tenido más fácil que nunca. Nos ha hecho descubrir, también, que contrariamente a lo que nos gustaría pensar, el hogar no siempre es un espacio seguro, ni sinónimo de refugio y resguardo. Por eso, ahora más que nunca, tenemos que ser cómplices de la erradicación de cualquier forma de violencia machista, producida en cualquier ámbito, y denunciarla sin excepción.